“Si no puedo percutir, no es mi revolución”
La música es un mecanismo de expresión cultural y un reflejo de los valores que una sociedad promueve y conserva. De la misma manera, la música tiene la potencialidad de convertirse en un elemento determinante para la creación de nuevas identidades culturales y sociales.
Las bandas de música son un reflejo de la sociedad patriarcal en la que vivimos. Se trata de agrupaciones de personas que tienen suficiente tiempo libre para emplear en ensayos regulares donde tiene lugar un ambiente de ocio, creación y expresión cultural. Además, se trata de personas que perciben que socialmente se les legitima el uso del espacio público así como escenarios para poder comunicar su mensaje musical. Por lo que si hablamos de uso del tiempo para el esparcimiento y visibilidad pública, tenemos que hablar de actividades tradicionalmente realizadas por hombres. (véase las bandas de música clásicas, agrupaciones carnavalescas, orquestas, incluso batucadas en un sentido clásico).

Por otro lado, los instrumentos de percusión en general, y las bandas de tamboradas en particular, facilitan la coordinación, cohesión y sincronía de las personas que participan en ellas, además de una descarga emocional canalizada a través del esfuerzo físico empleado para crear música de percusión. Tradicionalmente estas bandas e instrumentos han sido considerados ruidosos y disruptivos, por lo que las oportunidades para realizar este tipo de música lleva aparejada la realización fuera del espacio familiar y en contextos festivos y ociosos.
En síntesis, las bandas de música de percusión favorecen la cohesión grupal, la expresión emocional y la coordinación física, sin embargo, para poder realizarlo, es necesario una conciencia clara de disponer de un espacio legítimo para esta actividad, un espacio con visibilidad feminista, cuidados y sororidad.

Por ello, desde Kódigo Malva hemos creado una banda de percusión y expresión musical para el fomento de la participación social y cultural de las mujeres mediante la resignificación-creación de un espacio para cuidados mutuos, participación y aprendizaje, con el que pretendemos fomentar la expresión musical desde una óptica feminista y transformadora.
El nombre que hemos elegido es Batucada Feminista BAUBO en honor a la diosa griega que con su risa hacía la irreverencia, una diosa cuyo poder es el desparpajo y con una carcajada se enfrentaba a los avatares de la vida.
De la carcajada sagrada de Baubo nace el coraje para realizar lo que la mayoría cree imposible.
Cuando somos capaces de reírnos juntas, afirmamos nuestra fortaleza.
Porque en un sistema que nos quiere sumisas y con miedo, en la alegría esta nuestra mejor venganza.