Esta semana con motivo del día Europeo de la Salud Sexual Kódigo Malva quiere rendir homenaje a dos mujeres que influyeron de manera positiva en la vida sexual de las mujeres de mente independiente que querían tomar sus propias decisiones sobre el sexo, más allá de los designios de los hombres.
VIRGINIA E. JOHNSON (1925 – 2013) fue una médica estadounidense, responsable junto a William Howell Masters de los famosos estudios estadísticos sobre actitudes sexuales conocidos como Informe de Masters y Johnson, pioneros en la terapia sexual.
Virginia convenció a docenas de mujeres y hombres (enfermeras, enfermeros, residentes, estudiantes de grado y varias personas alrededor de St. Louis) a convertirse en parte de su estudio secreto de una década de duración, el experimento sexual más grande en la historia de Estados Unidos. Su trabajo fue publicado en 1966 en «Human Sexual Response». A pesar de su lenguaje cuidado, el primer libro documentaba el poder de la sexualidad femenina, mostrando que las mujeres eran capaces de tener orgasmos múltiples, un verdadero despliegue de pirotecnia en comparación con la explosión única de la mayoría de los hombres.
Su evidencia clínica se convirtió en parte de la chispa de la llamada revolución sexual de Estados Unidos de las década de 1960 y 1970 que se reflejó en todo, desde importantes escritos feministas hasta la revista Playboy de Hugh Hefner. Incluso las recatadas revistas para mujeres, llenas de recetas y trivialidades caseras, empezaron a escribir sobre sexo utilizando las mismas frases clínicas que Masters y Johnson habían hecho aceptables en la sociedad educada.
Pero lo más importante fue que Johnson se percató de que muchas mujeres jóvenes habían adoptado estilo independiente de pensar sobre el sexo, que alguna vez fue tan prohibido en Estados Unidos en la década de 1950. Solo ellas, y no una figura paterna en bata de laboratorio, podrían reglamentar sus cuerpos y establecer los términos para cuándo, cómo y con quién podrían compartir su sexualidad.
SHERE HITE (1942- ) es una sexóloga y feminista alemana nacida en los Estados Unidos. Sus trabajos sobre sexología se han concentrado principalmente en la sexualidad femenina.
“A las mujeres no se les ha preguntado nunca qué piensan y sienten acerca del sexo”. Con estas palabras comienza Shere Hite su Estudio de la sexualidad femenina, conocido más popularmente como El informe Hite. En 1976 parecía que factores como la revolución sexual, el movimiento feminista y la popularización de la píldora anticonceptiva habían cambiado para siempre el panorama de las relaciones entre géneros y que las mujeres en Estados Unidos habían alcanzado una libertad sexual absoluta. Pero la publicación de una obra que consistía en algo tan en apariencia sencillo como preguntarles a las mujeres mismas “qué sienten, qué es lo que les gusta, y qué opinan del sexo” demostró que esta creencia estaba muy lejos de la realidad. El informe Hite resultó tan revolucionario que sus ecos resuenan con fuerza cuatro décadas después de su aparición.
La conclusión más famosa, polémica y publicitada del libro es que el setenta por ciento de las mujeres encuestadas no tenían orgasmos durante el coito. Pero una grandísima parte de esas mujeres no tenía ninguna dificultad para experimentar orgasmos por sí mismas mediante la masturbación. El estudio de Hite desmontaba la idea de que a las mujeres les resultaba difícil conseguir un orgasmo; de hecho decía que la mayoría eran perfectamente capaces de lograrlo por sí mismas, que para ello no necesitaban la penetración vaginal, y que tampoco tardaban más tiempo (cuatro minutos de media) en lograrlo que los hombres.
Dos ideas que hoy son comúnmente aceptadas, la importancia del clítoris para el placer femenino y la idea de que el sexo es algo cultural y creado, no biológicamente dado, fueron la contribución de la obra al debate sobre el sexo. Hite interpelaba de forma directa a sus lectoras diciéndoles que no eran frígidas, que tenían derecho al orgasmo y las animaba a procurárselo por sí mismas, sin esperar a que un príncipe azul adecuado les descubriese los misterios del éxtasis sexual.