Este acto tendría sentido si después de tantos años se hubiese logrado lo que en un principio tuvo como objetivo; canalizar las demandas exigidas por las propias voces de las mujeres y dejaran de convertirse en un espacio puntual cedido para llenar de contenido el 8 de marzo.
Hoy 3 de marzo se ha realizado el ya «tradicional» consejo extraordinario de las mujeres en el salón de plenos del Ayuntamiento de Chiclana y nuestra compañera Carmen ha intervenido con la lectura del siguiente manifiesto:
Buenos días compañeras, buenos días delegada de la Mujer y buenos días Sr. Alcalde.
Como las feministas afirmamos que lo personal es político, es mas lo creemos firmemente, le voy a contar una cosa. Usted como líder de este equipo de gobierno me ha visto en este menester con el pelo rubio, de nacimiento. Con el pelo caoba, porque era la moda. Con el pelo Lila, por gusto y por fastidiar. Y ahora después de muchos años le leo este comunicado con el pelo blanco, por la edad.

No se confunda, soy una mas y por supuesto prescindible. Pero le hablo en nombre de todas las mujeres de nuestro colectivo, en nombre de todos los colores de pelos (por si no lo pilla le hablo del paso del tiempo y de la transgeneracionalidad).
Nunca ha entendido por ejemplo, que nuestra lucha por la eliminación de la Chiclanera Mayor, no es un berrinche ni un pulso por nuestra parte. Si no una demanda política muy importante para nosotras, los símbolos y los referentes, hacen ciudadanía y su gobierno no ha apostado nunca seriamente por el respeto que nos deben a las mujeres de Chiclana.
Este acto, que en su día estuvo cargado de simbolismo pues quería visibilizar la ocupación de espacios públicos tradicionalmente masculinizados por mujeres organizadas de la sociedad civil, tendría sentido si después de tantos años se hubiese logrado lo que en un principio tuvo como objetivo; canalizar las demandas exigidas por las propias voces de las mujeres y dejaran de convertirse en un espacio puntual cedido para llenar de contenido el 8 de marzo.

Los manifiestos que aquí leemos son fruto del trabajo diario, continuo, de calle y del compromiso que tenemos las feministas; nuestras demandas son asumibles, asequibles y realizables; sólo hay que tener respeto y voluntad para llevarlas a cabo.
Que un día como hoy, estemos aquí responde a nuestra responsabilidad para con las comadres y compañeras; aquellas con las que compartimos horizonte común, pero con formas de caminar diversas y que demuestra, que cuando hay un verdadero interés, se puede trabajar en conjunto.
Parte de lo que se está demandando aquí se ha solicitado en las distintas convocatorias del consejo sectorial de las mujeres:
- Queremos representatividad en todos los consejos sectoriales.
- queremos que se ponga en marcha la biblioteca feminista con contenido.
- Queremos que este gobierno deje de utilizar recursos públicos para promover concursos sexistas y discriminatorios.
- Queremos que las decisiones que se tomen en este consejo sean trasladadas a los plenos.
Es por lo que no volveremos a llenar este espacio porque no lo necesitamos; seguiremos en las calles, porque es un hecho que son nuestras. Este movimiento global e imparable ha visibilizado nuestros desacuerdos con la gestión a todos los niveles de las políticas que deben garantizar la igualdad, estamos hartas de que nuestras demandas se fagociten o diluyan con falsas promesas y se pierdan en los cajones de los despachos de los partidos tras las elecciones y hemos vuelto a resignificar el 8 de marzo, día que visibiliza la conquista de los derechos de más de la mitad de la población por el movimiento feminista.
No nos hemos hartado de la lucha, nos hemos hartado de gobiernos como el que usted representa. Queremos un pleno del 8 de marzo en el que estén presentes todas las fuerzas políticas democráticas en los que se hable, evalúe y proponga como se van a llevar a cabo verdaderas políticas de igualdad en nuestro pueblo y para todos los chiclaneros y chiclaneras. Esa es la responsabilidad que libremente han asumido y nos deben, y cuando esto sea una realidad, nos volveremos a encontrar.
Chiclana, 3 de marzo de 2020.