Desde nuestro proyecto semanal en el que conocemos la trayectoria de mujeres en las redes sociales, hoy queremos hacer una mención especial a Concha Caballero, fallecida el día 21 de enero.
Desde Kódigo Malva queremos acercaros a Concha Caballero (1956-2015), Licenciada en Filología Hispánica, analista política, profesora de instituto de Lengua y Literatura, destacada columnista en El País, tertuliana en diversos medios de comunicación (televisión y radio) y sobre todo activista, siendo una de las impulsoras del movimiento feminista del 8 de marzo.
Nacida en Baena (Córdoba) militante desde joven en el Partido Comunista, fue la primera portavoz de un grupo Parlamentario en el Gobierno. Fue consejera por Izquierda Unida en Andalucía de Radio y Televisión de Andalucía, convirtiéndose en un referente por sus críticas a la política audiovisual de la Junta.
Entre los años 1994 y 2008 fue parlamentaria andaluza, llegando a ocupar la coordinación provincial de IU Sevilla y de 2004 a 2008 ocupó la portavocía del Grupo Parlamentario IULV-CA, siendo la primera mujer portavoz de un grupo parlamentario en Andalucía.
Se la relacionaba con el sector más abierto del partido político y menos dogmático del PCE, por lo que en 2008 renunció a presentarse en las listas a la candidatura al Parlamento Andaluz y volvió a impartir clases en el instituto donde tenía plaza como profesora de Lengua y Literatura.
En sus últimos años escribió “Sevilla, la ciudad de las palabras”, donde recopila numerosos textos de diversa autoría que hablan de Sevilla.
Como feminista dejó escrito numerosos artículos en pro de la Igualdad, hablando de temas como las denuncias falsas, la maternidad y la reforma de la LOIVE o hablando en uno de sus artículos del feminismo como “proclamar que este beneficioso movimiento es algo prescindible, “demodé”, incómodo o radical, no sólo denota una gran incultura sino que niega la mayor parte de los avances sociales”.
Os dejamos con una de las últimas frases que escribió:
«Si, de verdad lo hablamos y deseamos, podemos cambiar esta realidad ahora. Pongámoslo en la agenda, en las demandas, en los papeles, en las conversaciones y en la vida. Aunque no esté de moda hablar de igualdad».
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