El tren de la libertad nace como una iniciativa particular de dos asociaciones de mujeres asturianas, Tertulia feminista Les Comadres y Mujeres por la Igualdad de Barredos.
Relatan en las diferentes noticias recogidas en prensa escrita, digital y entrevistas que todo surgió como una necesidad de visibilizar el descontento por la reforma de la LOIVE que se planea desde el gobierno del partido popular y de su ministro de justicia, Alberto Ruiz Gallardón.
Cuentan que todo surgió en una comida entre amigas, donde manifestaron su desacuerdo por volver a tener que luchar por lo que hace 30 años ya demandaron, una ley que permita a las mujeres decidir sobre su propio cuerpo. Y que decidieron ponerse en marcha hacia Madrid, para dar registro de entrada al manifiesto “decidir nos hace libres” como forma de protesta y acción directa. Así que comenzaron a planearlo, dando difusión en las redes y comunicando que el trayecto lo iban a realizar en un principio andando, pero por cuestiones de edad, prefirieron hacerlo en tren, y así surgió (más o menos) el “Tren de la libertad”.
Desde nuestra conciencia feminista, militancia y activismo nos hicimos eco de la iniciativa y así decidimos participar en lo que a día de hoy, se ha considerado (por los diversos medios de comunicación entre otros) como la mayor manifestación feminista de la historia de España.
Comenzamos nuestra andadura al recibir la propuesta de una asociación de nuestra localidad, que ponían a disposición de quien quisiese ir, un autobús a un precio económico. Por diferentes motivos, y sobre todo en los tiempos de crisis que corren, la iniciativa del autobús desde Chiclana se cayó, y decidimos a pesar de todo que teníamos que estar allí con todas nuestras compañeras y hermanas e íbamos a ir en coche.
Investigando por las redes descubrimos que desde Sevilla, de la “Asamblea de Mujeres Diversas” quedaban unas cuantas plazas libres para ir a Madrid, así que nos pusimos en contacto y haciendo alarde una vez más, del compañerismo y la sororidad que nos mueve a las mujeres, sin problemas nos facilitaron 4 plazas en el autobús y nos fuimos con ellas. MIL GRACIAS HERMANAS, SOIS GRANDIOSAS.
Compartimos un viaje de ida y vuelta de unas 16 horas aproximadas, en las que compartimos sabidurías, confesiones, cánticos…pero sobre todo lo que se respiraba en el ambiente era mucha complicidad y sororidad.
Es como comienza así nuestra experiencia como Kódigo Malva. Partiendo desde Sevilla, físicamente 4 mujeres, y en nuestros corazones las compañeras que no pudieron ir. En Madrid habíamos quedado con otra de nuestras compañeras que ya se encontraba allí.
Nada más llegar, a las 9 de la mañana, aparcamos en el parque de El Retiro y fuimos a buscar una cafetería donde poder desayunar. Y esto fue lo que nos encontramos:
Mujeres venidas desde todas las partes del país, en autobús, en coche, en avión…Leyendo continuamente en las redes sociales, la prensa, escuchando las noticias y la radio, la repercusión que podría tener la convocatoria, nos íbamos enterando que se habían convocado manifestaciones en señal de apoyo desde todas las partes del mundo, en los consulados de España (Sur América, Inglaterra, Irlanda, Bélgica, Francia…).
Nos informaron antes de la bajada del autobús, que habíamos quedado con la delegación andaluza de organización en las puertas del jardín botánico, y allí estuvimos esperando para que las que lo decidieran acudieran a la estación de Atocha a esperar el tren que partía desde Asturias y llegaba a las 12 de la mañana acudiese, o esperásemos por aquella zona a que llegase la hora de la convocatoria.
Y poco a poco los alrededores de Atocha, la cuesta de San Jerónimo y el Paseo del Prado se fue llenando de más y más gente. Medios de comunicación, asociaciones venidas de todas partes (Alicante, Galicia, Extremadura, País Vasco, Cataluña…), la asociación de mujeres cineastas y medios audiovisuales (CIMA), Las Mujeres del Carbón, sindicatos…
Nosotras no pudimos ver la llegada a Atocha de la tertulia feminista Les Comadres y las mujeres por la Igualdad de Barredos, pero nos costa que fueron recibidas con aplausos, una batucada y muchísimas mujeres que allí estaban esperándolas. Nosotras las recibimos entre la gente que esperaba en las calles, aplaudiendo mientras abríamos paso para que se posicionaran en la cabecera de la manifestación, cosa que fue imposible, pues de tanta gente que había no hubo lugar a intentar identificar donde empezaba y donde acababa la manifestación.
Andamos por el recorrido de la manifestación, para llegar a la puerta del congreso de los diputados, haciendo una parada previa en el ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para simbólicamente, mostrarle a la ministra Ana Mato nuestra disconformidad con su gestión del ministerio. Pero a la altura de la Fuente de Neptuno, la calle estaba cercada con unas enormes rejas y los antidisturbios, con sus correspondientes lecheras nos lo impidieron. No fue así para les Comadres y las mujeres de Barredos, que tuvieron que entrar por una de las calles aledañas y así hacer efectivo la entrega y registro del manifiesto.
Cumplieron el objetivo y las personas que nos encontrábamos allí, las volvimos a recibir con aplausos cuando entregaron el manifiesto y bajaron por la calle.
Una vez terminada la manifestación, hubo una asamblea en el edificio de CC.OO a las 15 horas donde se leyó un manifiesto y pudo acudir toda persona o asociación que lo hubiese solicitado.
Nosotras no acudimos y decidimos ir a la puerta del congreso a hacernos las fotos en señal de de protesta. Al intentar acercarnos a la entrada principal, un policía nacional nos “aconsejó” que no nos hiciésemos las fotos con las pancartas, pues el objetivo de cercar la calle era que nadie se hiciese fotos con estas mismas o mensajes en contra del gobierno. También les hicieron las mismas recomendaciones a otras que iban con el mismo objetivo, pero esta vez diciéndoles que se cerraran las chaquetas para que no se viese el mensaje que llevaban en las camisetas (“Aborto libre”). No pudimos utilizar las pancartas, pero manifestamos nuestro descontento con otro mensaje:
Aunque dos de nosotras, que tras increparle a la policía que no estaban de acuerdo con las “recomendaciones”, si lo hicieron (en la calle de enfrente).
El regreso estaba programado para las 6 de la tarde en el mismo punto donde el autobús nos dejó por la mañana. Así es como finalizamos nuestro periplo de este momento lleno de sentimientos encontrados. Alegría por conocer a tantas y tantas mujeres que compartimos un objetivo común. Tristeza por tener que seguir reivindicando lo que tantos siglos y tantas mujeres han reivindicado y luchado durante toda la historia de la humanidad.
Tras compartir un tremendo día, lleno de emociones y sobre todo de orgullo, las compañeras de Sevilla, aunque no liberadas del tremendo cansancio después de un gran día de lucha, amenizaron el viaje de vuelta, realizando dinámicas, cambiando el discurso de los cuentos tradicionales, cantando canciones de guerra… PORQUE LA REVOLUCIÓN SERÁ FEMINISTA O NO SERÁ.
Os dejamos con las palabras de una de nuestras compas, María Rosado:
Una vez de regreso a la rutina diaria y al lugar donde vivo me planteo una serie de reflexiones personales tras vivir la experiencia del día 1 de Febrero de 2014 en Madrid.
Fui con desconocimiento de lo que me podría encontrar allí, cuanta gente, quienes, de que origen, de que raza….. pero en el momento en el que nos encontramos allí supimos identificarnos las unas a las otras solo con miradas y sonrisas. Y en ese momento se me desató una euforia y emoción interna donde me di cuenta de que somos muchas, muchísimas las mujeres que tenemos mucho que decir y mucho que reivindicar aún.
Entre risas y un poco de temor para ser honesta (de si nos agredirían o no) nos dirigimos al punto de encuentro donde nos encontramos con otros colectivos y donde comenzó a llegar gente. A la media hora de estar allí se había convertido en un hervidero de voces, color lila y maravillosos slogans.
El momento ha destacar personalmente sería cuando todas las personas reunidas comenzamos a gritar “Gallardón dimisión” y cuando en la marcha andando hacia el congreso nos acercamos a un grupo que hacían una batucada, hacer ruido para que nos escuchen y nos tomen en consideración!!!
Es una minoría con la que no me siento identificada ni representada la que toma las decisiones relativas a mi cuerpo y mi persona, donde los diferentes grupos que tienen interés tergiversan el significado en propio beneficio. Aunque esto sea una realidad social, estamos unidas en la lucha y en el continuo descubrimiento de quienes somos ya que no nos han dejado hacerlo.
Es el hecho darte cuenta de que aunque la lucha comienza por una misma, hay apoyo, hay muchísimas mujeres estupendas que comparten esa meta a la que llegar, con diferentes caminos y es ahí donde está el enriquecimiento de lo que sentí aquel día.
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