Esta semana, desde Kódigo Malva, queremos visibilizar a Chelsea Elizabeth Manning , ex militar y analista de inteligencia del ejército de los Estados Unidos.
Chelsea tiene fama internacional por haber filtrado a WikiLeaks en 2010 miles de documentos clasificados acerca de las guerras de Afganistán y de Irak, incluidos numerosos cables diplomáticos de diversas embajadas estadounidenses (entre ellas la de España) y el video del ejército conocido como Collalteral Murder (Asesinato Colateral), demostrando la comisión de crímenes de guerra y que la cifra de civiles que perdieron la vida en Irak fue más alta de lo que informó en un primer momento el Gobierno estadounidense, desmintiendo la información procedente del Pentágono y del Ejército, según la cual no estaban llevando un registro del número de bajas. Los listados conocidos gracias a Manning ofrecían una cifra superior a 100.000 iraquíes muertos entre 2004 y 2009. Los documentos filtrados también revelaron las torturas y malos tratos sistemáticos cometidos en las prisiones del país, por militares iraquíes que colaboraban con las fuerzas norteamericanas, que sabían perfectamente lo que estaba sucediendo.
Los informes de la embajada de EEUU en Madrid describían cómo el Gobierno de Zapatero se comprometió a hacer todo lo posible para poner fin a la investigación judicial en España del ataque al Hotel Palestina en el que murió José Couso (cámara y reportero gráfico español). Gracias a estos informes descubrimos que el entonces ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, garantizó al embajador de EEUU, Eduardo Aguirre, que «el Ejecutivo pondría todo su empeño en cuestionar la decisión del juez basándose en argumentos técnicos».
Chelsea Manning, de 29 años, anunció su condición de transgénero tras ser condenada. Ha estado encarcelada en una prisión militar masculina en Kansas y había solicitado tratamiento para su reasignación de género, llegando a realizar en septiembre del año pasado cinco días de huelga de hambre para conseguir que le asignaran un asesor. Fue confinada a aislamiento, pasaba 23 horas sola en su celda. Los guardias tenían que comprobar cada cinco minutos que estaba bien. A la hora de dormir, la obligaban a quitarse la ropa y si los guardias no podían observarla con claridad, porque estuviera tapada o inclinada, la despertaban para asegurarse de que estaba bien. Tenía prohibido hacer ejercicio en su celda porque tenía derecho a una hora de ejercicio cada día fuera de su celda (la llevaban a una habitación vacía y sólo le permitían caminar). Esas condiciones de encarcelamiento eran casi una forma de tortura destinada a quebrarla psicológicamente y conseguir que aportara más información que pudiera incriminar a los responsables de WikiLeaks. Intentó suicidarse en dos ocasiones.
Barack Obama “conmutaba” la pena a Chelsea el pasado 17 de enero, lo que dará lugar a que no cumpla los 35 años a los que fue condenada y sea liberada el próximo 17 de mayo, día en que se celebra el Día Internacional contra la LGTBIfobia. ¿Casualidad?
El fundador de WikiLeaks ha calificado a Chelsea Manning de “heroína” y ha pedido que se ponga fin a la “guerra” contra editores que denuncian abusos. En el comunicado, afirmaba que nunca debió ser condenada. “Manning es una heroína, cuya valentía debería ser aplaudida. Periodistas, editores y sus fuentes sirven al interés público y animan la democracia al distribuir información auténtica sobre importantes asuntos como abusos de los derechos humanos o actos ilegales de funcionarios del Gobierno”.