El nombre de Carmen María Machado, escritora estadounidense e hija de migrantes, debería sonarte. La sombra de esta escritora recorre las redes a una velocidad de espanto. Aparece de manera casi patológica en los blogs de literatura.
Los críticos la han apodado con esa molesta etiqueta de “escritora del momento”. Y aunque cueste reconocerlo, es cierto que el contexto ha ayudado a propulsar la carrera de esta escritora norteamericana. Su talento innato se ha visto impulsado por todas esas noticias sobre el empoderamiento de la mujer y el fuerte movimiento reaccionario que ha surgido como consecuencia.
Sí, Machado ha diseccionado el mundo que hoy nos ha tocado vivir con una precisión escalofriante. Y ha puesto en tela de juicio toda ese paternalismo recalcitrante que la sociedad ha volcado sobre la mujer. Con apenas ocho relatos ha hecho temblar el patriarcado tal y como lo conocemos. No sólo ella, claro. Pero su aporte ha sido, sin duda, significativo y con una alta probabilidad de perdurar en el tiempo.
Su cuerpo y otras fiestas, es un libro que recoge ocho cuentos. Si hay un factor común en todos los cuentos que componen el libro es el de la corporalidad entendida como un arma arrojadiza. Todas estas historias protagonizadas por mujeres acaban derivando en un cuerpo que se tambalea, que es expoliado, ninguneado o directamente mutilado. Hay una expropiación del cuerpo femenino, se la expulsa constantemente de sus límites geográficos. Y claro, la venganza no tarda en aparecer.

En el primero de estos relatos, Un punto de más, una mujer le ofrece todo lo que posee a su futuro marido, excepto un secreto que guarda alrededor de su cuello. Este uno por ciento de privacidad resulta inconcebible para el macho alfa con el que está casada y las consecuencias serán apoteósicas.
El relato que cierra, Problemática en las fiestas, una mujer que ha sufrido un asalto sexual encuentra en la pornografía telepática la única solución para volver a conectar con su mundo interior. Puede que no entendamos del todo eso de “pornografía telepática”, pero es lo más complejo y más maravilloso que hemosleído en mucho tiempo.
Entre ese primer acto y este último, encontramos otras tantas mujeres que lidian con listados de experiencias sexuales al borde del fin del mundo. También hay mujeres que descubren que las chicas jóvenes se están evaporando y apareciendo en las costuras de trajes de fiestas.
Cada cuento reconfigura un concepto manido del ideario femenino y lo descuartiza para lanzárselo en la cara a los lectores.
No queremos acabar sin comentar un relato que mueve los cimientos del Mito de la belleza. Ocho bocados comienza con una mujer que quiere someterse a una operación para reducir su peso. Una mujer que tiene una relación destructiva consigo misma, con su propia hija y con su percepción de lo bello.
Como ultimo comentario creemos que toda la obra es un grito, cada vez mas común de las mujeres exigiendo la autonomía de sus cuerpos y sus deseos.