Sara Mesa es una escritora nacida en Madrid pero que vive en Sevilla desde hace muchos años, así que parece que estamos haciendo una temporada de lectura de una extraordinaria generación de autoras andaluzas de gran calado. Elisa Victoria, Sara Mesa y el próximo de nuestra compañera Mar Gallego. No creo que esto sea casualidad, sino que hay mucho que decir y mucho talento para hacerlo.
Este nuevo encuentro en nuestro club de lectura Kodigo Virginia, es algo especial. Nuestro país está confinado en sus casas por la pandemia del Coronavirus y decidimos seguir con la actividad utilizando un espacio virtual y comunicadas a través de internet.

Sara Mesa es una escritora nacida en Madrid pero que vive en Sevilla desde hace muchos años, así que parece que estamos haciendo una temporada de lectura de una extraordinaria generación de autoras andaluzas de gran calado. Elisa Victoria, Sara Mesa y el próximo de nuestra compañera Mar Gallego. No creo que esto sea casualidad, sino que hay mucho que decir y mucho talento para hacerlo.
Centrándonos hoy en la autora de Cara de pan, leemos y estamos de acuerdo en que la carrera literaria de ésta, da un gran paso adelante con esta novela sobre dos seres desarraigados cuyos destinos se entrecruzan en un parque, haciendo una defensa de la inadaptacion y la diferencia.
Esta obra a algunas de nosotras, les ha cogido desprevenidas, de tal manera que no la han terminado.
El miedo a ser testigas, a ser violentadas aun en la ficción tiene el poder que nuestra historia como mujeres arrastra.
Destacamos que en la novela hay muchas zonas de sombras, por la inquietud por lo que no se acaba de decir y la perversidad de las relaciones de poder entre las personas. La interaccion que establecen los dos personajes, chica adolescente y hombre adulto, es en principio inapropiada, intolerable, sospechosa, tanto que provoca incomprensión y rechazo y en la que no necesariamente coincide lo que sucede, lo que se cuenta que sucede y lo que se interpreta que sucede.
Hablamos de prejuicios versus sentires profundos de violencia en nuestra propia historia y en nuestra propia piel.
Debatimos también sobre “los diferentes”, como no siguiendo patrones normativos, si que están bajo la sospecha normativa, por ejemplo los chavales con diversidad intelectual. Creemos que la condición humana a través de los perdedores, de los abusos de poder, de los lugares opresivos y aislados esta perfecta y angustiosamente reflejada en la novela.
Por ultimo ponemos en valor, las relaciones que vamos tejiendo a través de la lectura y que en este caso en concreto y contra todo pronostico ha sido posible, porque nos empeñamos en ello.