Un miércoles más, zeñoras y comares se reúnen a intercambiar en torno a una peli.
El Erizo cuenta la historia de una niña que documenta la vacuidad del mundo y entabla amistad con una mujer misteriosa que vive escondida de la mirada de otros.
Nuestro marujeo dio para rato porque el material aportaba muchos detallitos que comentar; muchos hilos con el que hicimos un tejido malva de reflexiones torno a lo social y a lo estético.

No podemos obviar las condiciones técnicas del encuentro. Con la cosa como está, el punto de encuentro vuelve a ser Zoom y eso a veces trae sus detallitos, que a nuestra reina Rosa no le va el audio, el micro o la cámara; o que a ver cómo se suben las manitas para que a una la vean; que si nos cambiamos los nombres, etc., pero al final nos ponemos al lío.
La peli es el primer largometraje de Mona Achache y una adaptación del libro “L’Élégance de l’hérisson” de Muriel Barbery.

Retrata la historia de amistad en un entorno de contrastes: entre la vida hacia dentro (al estilo japonés) y hacia fuera (la pretensión y el postureo); entre los de arriba y los de abajo; entre a quienes no se les permite entrar y a los que no dejan salir… un todo atravesado por personajes que transitan entre esos mundos.
Si algo se echa en falta del libro es quizá el contenido filosófico pero se compensa rápidamente con la riqueza estética que la directora logra con la imagen y las actrices con sus papeles.
Además, la peli consigue posarse en la mirada. Paloma, la protagonista, nos invita a mirar donde nadie lo hace, asoma su cámara en todas partes, en la intimidad de su hermana, la drogodependencia de su madre, las reglas de una casa de ricos y en el escondite de René, un personaje enigmático que solo un par de personas consiguen entender.

Conforme avanza la pregunta nos vamos preguntando si lo que une a estas dos mujeres es su búsqueda por un sitio en el mundo. Es gracias a la mayor que la más pequeña se descubre en el suyo.