Con motivo del día Mundial de Información sobre el Desarrollo y aprovechando, a su vez, que recientemente se ha celebrado el día de Ada Lovelace, dedicado a reconocer el trabajo de las mujeres en la ciencia, las matemáticas y la tecnología, Kódigo Malva quiere rendirle homenaje a la primera mujer programadora de la Historia.
Ada Augusta Byron, matemática y escritora británica conocida principalmente por su trabajo sobre la máquina calculadora mecánica de uso general de Charles Babbage, la Máquina analítica. Entre sus notas sobre la máquina se encuentra lo que se reconoce hoy como el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina. Como consecuencia, se la describe a menudo como la primera programadora de ordenadores. Dedujo y previó la capacidad de los ordenadores para ir más allá de los simples cálculos de números, mientras que otros, incluido el propio Babbage, se centraron únicamente en estas capacidades.
Mostró un talento insólito para las matemáticas aunque nunca se desligó de su origen literario (su padre fue Lord Byron pero nunca llegó a conocerlo), se hacía llamar así misma la científica poetisa o la analista metafísica.
Es importante resaltar que en la Inglaterra victoriana Ada Lovelace decidió romper con las convenciones sociales de la época e interesarse por la ciencia y la tecnología, y esa es la contribución que se pretende destacar en su día celebrando las contribuciones de mujeres en el campo de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Campos todos ellos tradicionalmente masculinizados.
La mente analítica de Ada se puso a trabajar junto con Babbage a quien ayudó a desarrollar esa máquina capaz de almacenar datos, y programas, y hacer operaciones repetitivas. Ada publicó un texto traducido en el que introdujo sus propias ideas sobre el funcionamiento de la máquina. Sus incorporaciones mostraron cómo funcionaría la máquina analítica de Babbage, y dio una serie de instrucciones para el uso del motor describiendo un algoritmo que calculaba los números de Bernoulli.
Ella publicó la traducción y las notas bajo las iniciales «AAL», ocultando su identidad al igual que muchas otras mujeres que publicaron en la época. En el artículo habla también de una herramienta capaz de componer música compleja o producir gráficos. También sugirió la utilización de tarjetas perforadas para introducir instrucciones en la máquina analítica. Estos aportes marcaron los precedentes dentro de la historia de la informática y su plan es considerado como el primer programa de ordenador.
La insalubridad de la época y la ignorancia médica que maltrataron su cuerpo a base de sangrías le postergaron en la cama hasta su muerte. Ada Lovelace falleció a los 36 años de edad debido a un cáncer uterino.
Tuvo que pasar más de un siglo para que la historia le diera su lugar. Así fue como, en 1979, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos reconoció los aportes de la matemática y creó un lenguaje de programación en su honor llamado Ada.
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