Esta semana con motivo de la celebración del Día Internacional del deporte para el desarrollo y la paz, Kódigo Malva os acerca a las Mujeres Boxeadoras de Pakistán, mujeres que rompen estereotipos y que luchan por hacerse un hueco en el mundo del deporte.
La idea de la mujer musulmana en el deporte, pasó de inexistente a hacerse notar. Atletas paquistaníes se enfundan los guantes y entrenan con la idea de competir en escenarios internacionales y representar el nombre de Pakistán como ya hicieron el año pasado en los Juegos de Asia del Sur.
Estas chicas aprenden rápido y tienen un gran futuro. Hay que inducir a las mujeres a que participen en deportes y en actividades sociales que les permitan luchar contra una sociedad conservadora. Debemos recuperar aquellos espacios en los que no han dejado participar a las mujeres a lo largo de la historia. «Quiero aprender a boxear para luchar por la paz y por nuestros derechos», dice, Behishta, una púgil de 17 años que se entrena en esta disciplina.
El deporte sigue abriendo nuevos horizontes para las mujeres pakistaníes. Hace unos años se presentó el primer equipo de fútbol femenino del país, y ahora también cuentan con un grupo quince boxeadoras, de entre trece y veinte años que practican los clásicos golpes para iniciar cualquier ataque, cualquier pelea, cualquier sueño que lleve guantes de por medio. Asisten después de la escuela para practicar sus golpes, ganchos y uppercuts, durante horas con la esperanza de un día traer una medalla o cinturón a Pakistán.
Junto a las quince boxeadoras, Afganistán cuenta también con quinientas mujeres futbolistas inscritas en la federación. De ellas, las veinte mejores completan estos días un hito para el fútbol nacional ya que han conseguido salir a competir al extranjero por primera vez en la historia.
En Pakistán existe una sociedad musulmana conservadora, las mujeres y las niñas se enfrentan a muchos obstáculos, tanto amenazas de talibanes como violencia de parte de los miembros de la familia. Muchas de estas chicas se preguntan por qué las niñas no pueden entrenar, <Nadie nos enseña cómo defendernos> decía una de ellas. Aún así, algunas de las chicas han comenzado a participar en torneos.