«Cuando acabas un libro te sientes huérfana. Con este libro, te sientes huérfana cada vez que acabas un relato».
En esta ocasión y después de haberlo disfrutado todo el verano, tenemos ante nosotras una obra inmensa de Lucia Berlin.
Lucia, nació en 1936, en el seno de una familia que ella misma describía como padre minero y madre “fría, racista y alcohólica”. Sus historias se inspiran en sus propios recuerdos: su infancia en distintas poblaciones de Idaho, Kentucky y Montana, su adolescencia glamurosa en Santiago de Chile, sus estancias en El Paso, Nueva York, México o California, sus tres matrimonios fallidos, su alcoholismo, o los distintos puestos de trabajo que desempeñó para poder mantener a sus cuatro hijos: enfermera, telefonista, limpiadora, profesora de escritura en distintas universidades y en una cárcel.
El libro es una recopilación de cuentos que van ahondando y avanzando en su propia biografía .
El valor excepcional de esta obra radica en la amplia gama de experiencias, muchas de ellas raramente abordadas en la literatura.

La autora nos describe con voz cálida, cercana, hecha de espíritu de observación, empatía, alegría de vivir y humor una paleta enorme de situaciones y personajes.
Los temas tratados a través de los cuentos son transversales a la vida: el duelo, la multiculturalidad, la menopausia, el aborto, los movimientos migratorios desde dentro, la enfermedad, la muerte, la alegría del encuentro, las fronteras, la belleza, la capacidad de darse permiso, la maternidad y sus culpas, las drogas, etc..
Para nosotras, como dice Barbara Perez de Espinosa, leerla ha sido una experiencia desconcertante y maravillosa, dolorosa e inolvidable.
Esta compilación de cuentos se editó y publicó después de su muerte, recuperarla y leerla ha sido un ejercicio de reconocimiento inesperado pero necesario.
Algunas autoras dicen que la inspiración de Lucia fueron:
-Chejov, por su humanidad.
-Katherin Mansfield,por la capacidad de encontrar la belleza en lo vulgar.
-Paul Bowles, por su agudeza en percibir y entender las diversidades culturales.
Para nosotras Lucia Berlin ha sido una inspiración para recrearnos e intentar comprender desde muchos puntos de vista y de una manera magistral, la condición humana.